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PORCELANA

Calidez etérea

La porcelana es un material noble, suave y delicado para trabajar a mano. Pero también es riguroso, inclemente; no perdona ni olvida. Recuerda ese gesto descuidado, las prisas, el retraso… y se deforma, se agrieta, se rompe.

Pero en esos estrechos márgenes hay espacio para explorar y provocar esa pequeña imperfección, la leve deformación que hará más cálida y cercana la naturaleza fría y etérea de la porcelana.

La fina superficie de la porcelana es un aliado perfecto para la formación de estructuras cristalinas, paisajes que parecen jardines de flores detenidos en el tiempo o galaxias en suspensión. Patrones de cristales que son únicos e irrepetibles en cada pieza.

Nos encanta combinar las piezas de porcelana con otras de arcillas salvajes y piezas austeras: la calidez de la textura de la arcilla enfatiza la suavidad de la porcelana a la vez que la acerca a la tierra.

La cerámica de los antiguos pueblos del Mediterráneo es una de muestras mayores influencias: griegos, egipcios, romanos… eran culturas que utilizaban la arcilla para crear tanto objetos funcionales como piezas con profunda carga simbólica para banquetes y rituales.

Aunque las técnicas y la estética sean distintas, valoramos profundamente la riqueza de esta tradición, que nos inspira para crear piezas de naturaleza terrenal y trascendente a la vez.

ARCILLA SALVAJE

Terrenal y Sublime

Al trabajar la tierra recogida en la montaña, puede sentirse su vitalidad: late con la energía de la montaña, de la lluvia y, al fin y al cabo, de aquello que es: una parte de la naturaleza sin procesar.

Las manos son uno de los cinco corazones del cuerpo humano, según la filosofía china. Transmiten el calor del corazón y la habilidad del cerebro. Rodearse de piezas hechas a mano nos conecta con los demás, así como con los creadores que han desarrollado y transmitido sus conocimientos a través de los siglos.

Eso es lo que verdaderamente significa “hecho a mano”.

La cocción

El fuego transforma la arcilla, maleable y frágil, en un objeto duro y permanente: otorga al esmalte su color definitivo, pone de manifiesto las propiedades de la pasta y da a la pieza el aspecto definitivo para los siguientes miles de años.

Y después de todo el trabajo abstracto y ciego, llega la magia y acontece la pieza: mitad ciencia, mitad alquimia.

¿CÓMO ESTÁ HECHO? NOS PREGUNTAN A MENUDO

Al principio, intentábamos explicarlo. Per pronto nos dimos cuenta de que la técnica no era lo más importante. Igual que en alta cocina, el encanto está en el misterio, la sorpresa, la incógnita. La belleza implica cierto grado de desconcierto, de admiración.

Vale la pena dejarse llevar por esta belleza, que es mitad ciencia, mitad alquimia.